Dos ámbitos tan diferentes como son la cultura y la ingeniería industrial lamentan estos días la ausencia de José Luis López Sangil, cuya trayectoria profesional, brillante, caminó en paralelo a la defensa a ultranza de la historia de nuestros antepasados, de esa nobleza gallega de los siglos X, XI y XII sobre la que ha divulgado tanto dentro y fuera de nuestra comunidad.
Es y será un hombre de la historia, de nuestra historia que dedicó gran parte de su vida al estudio y la investigación. Fruto de este incesante trabajo abundan sus publicaciones sobre el monacato gallego.
José Luis López Sangil ocupó cargos de vicedecano del Colegio de Ingenieros Industriales de Galicia (ICOIIG) y vicepresidente de la Asociación de Ingenieros Industriales entre el 2005 y el 2007, llegando a ser decano y presidente de ambas entidades los dos siguientes años.
Carácter afable y tolerante
Todos los que en esa época formamos parte de esas directivas destacamos el talante de una persona de carácter afable, tolerante, agradable, que hacía fácil hablar y negociar cualquier asunto por dificultoso que se presentase.
Con una gran visión de futuro, durante su mandato priorizó la modernización del ICOIIG y el posicionamiento de los ingenieros industriales en la sociedad gallega. Quizá esa manera de conjugar su frenética y destaca actividad cultural con sus responsabilidades al frente de nuestro colectivo era lo que más llamaba la atención de los que tuvimos la suerte de tenerlo cerca, jamás se ponía nervioso y le dedicaba el tiempo que hiciera falta a cualquier asunto.
Un gran hombre, un gran historiador y un gran profesional, cuya capacidad de escucha hacia sus colegas ha estado siempre por encima de todo.
La ingeniería industrial y la cultura se despiden de un personaje que, sin duda, permanecerá siempre en la memoria colectiva.
Ángel Rioseco es ingeniero industrial y ex secretario del Colegio de Ingenieros Industriales de Galicia